Los implantes dentales son la mejor forma de sustituir las piezas dentales gravementes enfermas o perdidas, con el objetivo de recuperar una dentadura perfecta. Sin embargo, esto no quita el implante dental tenga algunos riesgos.
Estas incrustaciones son una opción fantástica para dar una apareciencia natural a tus dientes, sin necesidad de acudir a las prótesis dentales más tradicionales.
Además, los implantes dentales son mucho más disimulados y nos permitirán lucir una sonrisa perfecta sin preocuparnos de que puedan detectar nuestra intervención.
No obstante, al igual que los demás procesos de tratamientos dentales, realizar un implante conlleva peligros que debemos asumir, como pueden ser la infección de las encías, el daño de los demás dientes o problemas derivados como la sinusitis o los nervios.
¿Cuáles son los riesgos más comunes de un implante dental?
Entre los riesgos más comunes al realizar un implante dental, destaca la infección de las encías, el daño más repetido de todos.
En algunas ocasiones, esto provoca que las encías se pongan rojas e hinchadas y, en otras, que sangren o echen pus.
Otra infección que puede ocurrir, aunque menos común, es la del hueso de la mandíbula, lo cual puede provocar su pérdida.
Estas infecciones se dan a causa de las bacterias que se encuentran ya en la boca y que logran colocarse bajo la encía durante el tratamiento. Esto ocurre cada vez que retiramos un diente dañado para introducir el implante.
Otro caso es que se puede dar es que no se haya colocado el implante correctamente, dejando un espacio por el que las bacterias se colarán y dañarán el hueso.
Pese a que estos daños son frecuentes y pueden llegar a ser bastante molestos, los cierto es que suelen ser daños menores y que no duran mucho. Normalmente, para paliarlo, nos bastará con un pequeño tratamiento de antibióticos.
El caso que sí es un poco más complicado es cuando el que se infecta es el hueso, en cuyo caso deberemos hacer uso de unos antibióticos más fuertes e incluso retirar el implante para dejarlo curar.
En casos ya verdaderamente graves, aunque muy inusuales, el hueso de la mandíbula puede llegar a morir y obligarnos a retirarlo.
Riesgos de que un implante dental dañe los dientes o los vasos sanguíneos
Otro de los daños que puede generar un implante dental, aunque más inusual que las infecciones, es que durante la intervención se dañen los dientes y los vasos sanguíneos.
En caso de detectar problemas, debemos acudir a un especialista para que nos realice radiografías y un examen exhaustivo para detectar el problema, resolverlo y ayudar prevenirlo de cara al futuro.
Estos problemas suelen darse si, durante el tratamiento, el dentista daña la raíz de un diente cercado mientras perfora el dañado que está retirando. Esto perjudica tanto al diente como a los vasos sanguíneos.
Para resolverlo, es probable que tengamos que realizar un empaste o hacer uso de una funda para cerrar la perforación en la pieza dental.
De esta forma, protegeremos la pulpa, siempre y cuando no esté dañada. Si es así, será necesario realizar también una endodoncia para prevenir una futura infección y otro tipo de problemas.
Riesgos de que un implante dental cause sinusitis
Cuando el implante dental se realiza en el maxilar superior, otro riesgo que corremos es el de causar una sinusitis. Esta es provocada por los daños que podemos causar sobre los senos paranasales, que son los huecos y espacios que se encuentran en los huesos de la cara.
Al final, el implante dental requiere del hueso para sujetarse y, si este no es suficiente, puede llegar a ser perforado. Al ocurrir esto, podemos dañar el seno, con la consiguiente causa de generar una infección sinusal.
No obstante, este caso es poco frecuente y ocurre únicamente en los implantes del maxilar superior.
Normalmente, la mayor parte de estos problemas se solventan quitando el implante dental, curando el hueso e introduciendo un nuevo implante.
Como decimos, son casos poco prefuentes, pero debemos prevenir para minimizar al máximo su aparición. Para ello, debemos contar con una correcta higiene bucal, algo fundamental para no tener problemas cuando tratamos de aplicar un implante dental.
Riesgos de que un implante dental lesione los nervios
Otro de los riesgo que corremos al realizar un implante dental es el de lesionar los nervios.
Esto pasa en el momento en el que el implante se coloca cerca del nervio principal que pasa por la mandíbula.
Para identificar este riesgo, debemos tener en cuenta síntomas como el dolor, entumecimiento y/o hormigueo en encías, mejillas, lengua y/o labios.
Este nervio que pasa por la zona inferior de la mandíbula es el alveolar inferior y es extremadamente sensible.
En el momento en el que el especialista lo golpea mínimamente durante la intervención o se atornilla cerca suya, sufrirá.
Pese al dolor que puede generar, el tratamiento es de pequeñas dimensiones.
Para tratar el nervio dañado, el especilista retirará el implante dental para que las fibras nerviosas se vuelvan a conectar y se reparen por sí solas en un par de semanas.
Durante el proceso de curación, debemos estar bajo supervisión de un dentista, el cual también nos receterá paliativos para aminorar el dolor que nos genera el nervio.
Implantes dentales en Innovación Dental Valdepeñas
No hay forma de realizar un implante dental sin un mínimo riesgo, pero una forma de minimizar los peligros al máximo es contar con los mejores especialistas.
En Innovación Dental Valdepeñas contamos con dentistas con amplia experiencia en Implantes Dentales. Si buscas correr los mínimos riesgos, ¡estaremos encantados de atenderte!