Aunque nos pongamos carillas dentales debemos aplicar una serie de precauciones para alargar la vida de las carillas. El tabaco provoca manchas en los dientes, así que las carillas tampoco quedan libres de mancharse. Por eso, si vas a ponerte carillas deberías dejar de fumar o reducir el número de cigarrillos diarios.
Lo recomendable es llevar una buena higiene dental haciendo un buen uso del hilo dental y de colutorios específicos supervisados por el odontólogo para que tus carillas tengan un buen aspecto, y por tu propia salud dental.
Las carillas también se manchan y amarillean con ciertos alimentos, por lo que debes evitar consumir ciertos alimentos como el vino tinto, el chocolate, el café, refrescos, té, frutos rojos, etc…
También es preferible no consumir alimentos muy duros o pegajosos.
Ten precaución con el deporte. Si practicas deportes de contacto en los que puedes recibir golpes en la boca ten cuidado, ya que las carillas podrían romperse, astillarse e incluso caerse. Utiliza protectores.
Carillas y Bruxismo
Apretar y rechinar los dientes de manera involuntaria provoca que el esmalte se desgaste y afecta también a las carillas, haciendo que incluso puedan llegar a despegarse. No se recomienda a las personas con bruxismo la utilización de carillas.
Con las carillas, quedan prohibidos los hábitos dañinos para los dientes como morder y sujetar objetos con los dientes.
Esto no solo hace mucho daño en dientes naturales, también es muy perjudicial para las carillas.
Las visitas periódicas al odontólogo que ha realizado el tratamiento estético es importante para llevar un buen seguimiento de la salud bucodental del paciente.
Las carillas, con el paso del tiempo y si no hacemos los cuidados pertinentes pueden oscurecer, por tanto es imprescindible cuidar la higiene dental.